Cuando uno viaja 15 hrs en avion (aprox) y pasa del nuevo al viejo mundo asume que todo va a ser distinto. Y debería decir que eso es cierto: los carteles en las calles son de otro color, los edificios son increíblemente viejos, hay millones de bicicletas recorriendo la ciudad, no hay un papel en el suelo, hay reglas para absolutamente todo, hay clasificación de basura, hay reciclaje, hay borrachos pero no pobres en la calle, hay autos inteligentes y diminutos, hay estacionamientos especiales para familias y para mujeres que viajan solas, hay inodoros que se limpian solos, hay prostitución legalizada con jubilación incluída, hay juegos para niños cada tres cuadras, hay paredes fabricadas por los romanos en el medio de la vereda, hay paneles solares con subsidio estatal en los techos de las casas, hay niños que juegan solos sin necesidad de que los padres los protejan, hay garages abiertos y puertas con las llaves puestas, hay gente fría y educada,hay gente amable y cordial (..y a veces hay gente cálida), hay de todo lo que uno pueda pensar que necesita, hay museos en cada esquina, hay mas cervezas que nombres propios, hay mantas en las sillas de los cafés por si de casualidad hace frío, hay autopistas sin límite de velocidad..."hay mucho pero mucho más".
Aclaración: Sin embargo, si vas caminando por el supermecado y un flaco lindo te mira, vos lo miras de vuelta, el te sonríe y al mirar superada para otro lado te encontras con la novia, no tengas duda que la cara de traste que te va a poner y la mirada fulminante que te va a dar es la misma en cualquier parte del mundo. Algunas cosas nunca cambian.
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